
No escuchéis ¡oh pueblo! los mensajes apocalípticos de que internet con la música va a acabar.
La música nos ha acompañando y deleitado durante milenios y así seguirá siendo.
Los únicos que están desapareciendo son los beneficios astronómicos de discográficas y músicos, que ahora tienen que currárselo y dar conciertos para sacar pasta. Ya no vale que Mª Jesús viva el resto de sus días gracias a sus pajaritos.
Por cierto, ¿alguien sabe quiénes son los autores de Paquito Chocolatero y El Tractor Amarillo? Es que en gratitud de poder disfrutarlas en todas y cada una de las bodas a las que asisto, me gustaría hacerles entrega personalmente de un buen puñado de royalties en forma de ostias. Si están muertos, da igual, a sus familias.
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