lunes, 21 de abril de 2008

Verdades y mentiras sobre una caja III

Gratia no aparecía en los mapas, ni en el más actualizado de los GPS y tampoco en Google. No tenía latitud ni longitud. Sin embargo, la cercana población de Luala, con sólo una decena de casas era fácil de encontrar.

En Gratia era habitual que algunos vecinos acababaran sus días de las maneras más chocantes. Últimamente, Armando Remírez, que nunca había esquiado, apareció con la cabeza abierta en La Plagne. Se deduce que en su primer intento ya se atrevió a marcarse un fuera de pista. Nunca escuché a ningún vecino hacerse preguntas al respecto. Más curioso aún el caso de Augusto Salazar. Nunca viajaba y odiaba el mar. Murió buceando en el estrecho de Lembeh. Nadie cuestionó un ilegible informe forense fechado el cuatro de abril. Ese día había celebrado su cuadragésimo cumpleaños rodeado de no menos de treinta amigos que podrían testificar que se encontraba en su casa.

Otra singularidad de Gratia era su prosperidad. Las peores casas eran unos dúplex de cuatro dormitorios y hasta el panadero, Chema, iba en Mercedes. Las calles y pequeñas plazas del centro estaban llenas de boutiques y tiendas para caprichosos. El origen de tanto bienestar era el silencio. El silencio y el miedo en torno a una pequeña fábrica de cajas.

6 comentarios:

Pablo dijo...

Antes que nada, muchas gracias por el aviso de la actualización. Pero igual que has sido tan atento para avisarme, deberías serlo escribiendo, o bien haces el post más largo o bien lo actulizas más a menudo, porque estar una semana con la intriga no es de recibo.

Aprovecha que es fin de semana y actuliza con la historia dos o tres veces, si quieres déjame a lo niños!

Salva dijo...

Mira. Por una regla de tres, por reducción al absurdo y por aquello de que cualquier número dividido por cero es infinito, si mis compis que le dan alma a las "Series Fox" se han declarado en huelga porque no se creían suficientemente remunerados, imagínate que huelga más indefinida podría hacer yo.

Además ten en cuenta que también tengo que atender al sector formulero...

Salva dijo...

Bueno, se me olvidaba, dos capítulos más en breve.

Anónimo dijo...

Y ahora aparece el universo donde ha nacido la caja...tres capítulos y cada uno sin dejar de sorprender...puedo presentar mi candidatura para ser tu editora....???

Salva dijo...

Rai

Sería original que la editora fuera anónima.

¡Manifiestate!

Anónimo dijo...

¿Te parece poca manifestación declarar mi admiración por tus escritos? Y anónima, anónima, no soy....soy rai...quid pro quo, doctor, quid pro quo...espero el capítulo IV...