Los tests en Paul Ricard han confirmado lo que esperábamos, que el
G.P. de Mónaco se parecerá mucho al del año pasado.
McLaren al frente, Ferrari a cierta distancia y después el resto.
La escudería italiana pierde en este trazado su arma más letal, su aerodinámica, que les permite un paso por curva rápida muy superior a sus rivales pero que en el Principado queda totalmente inutilizada.
La gran
incógnita será
el R28. Por un lado, sabemos que su punto débil es la falta de
tracción, un factor clave en un circuito donde la mayoría de curvas se trazan en primera y segunda. Por otro, este defecto se verá compensado porque a su volante irá el
ganador de las dos últimas ediciones y que conoce a la perfección los trucos de reglaje y puesta a punto para esta pista. Fernando ya ha declarado que "
en conseguir una buena tracción es donde vamos a concentrar nuestros esfuerzos desde los entrenamientos libres del jueves".
Y por último, podemos tirar este artículo entero a la papelera si aparece la lluvia. En ese caso, sí que sólo contaría el piloto y por tanto sólo habría un favorito...
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