domingo, 30 de marzo de 2008

1986

El mejor Mundial de Fórmula 1 jamás.

Motores turbo con más de 1.000 CV dispuestos a romperse en cualquier momento. El duelo entre Senna y Mansell en Jerez. Una puesta en escena impresionante con chispas al principio de las carreras; el último año de Lotus con los colores de John Player Special; los Benetton inundando el paddock de color; Brabham con el F1 más plano hasta la fecha. Y el fin de fiesta en Adelaida con Alain Prost, Nelson Piquet y Nigel Mansell jugándose el título en el último GP de la temporada.

En exclusiva para este blog.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Escalofriante. Lo único, me parece que la cabina del piloto íba un poco adelantada.

Un día en la oficina dijo...

Buena apreciación.

La cabina (gracias por no usar el anglicismo "cockpit") efectivamente estaba más adelantada que hoy en día.
Tras al accidente mortal de Elio de Angelis en este año, una de las medidas de seguridad que se tomaron fue ubicar los pedales detrás del eje delantero para que los pies no sufrieran daños en caso de accidente.
Esta normativa continúa hasta nuestros días y por eso estamos acostumbrados a ver coches más largos.

Javi dijo...

A muy pesar mío, el adelantamiento de Piquet a Senna en Hungaro Ring que recoges en este vídeo, es el mejor adelantamiento de la historia de la Fórmula 1